lunes, 29 de septiembre de 2008

EL XI CONGRESO DEL PSPV

No le ha faltado expectación al XI Congreso del PSPV. En ningún momento. Desde la elección de la mesa, la presentación de avales para la acreditación de los candidatos a liderar el partido, pasando por la crucial elección del nuevo secretario general a la discusión de las enmiendas al proyecto político para culminar con la nueva dirección que se hará cargo de la organización. Si bien nada imprevisible ha ocurrido, tampoco estaba escrito que así fuera a desarrollarse. Cada candidato a liderar el PSPV ha jugado sus cartas y opciones hasta el final, y quien ha resultado ganador ha sido el que más fondo ha desarrollado, el que más camino ha transitado. Pero lo ajustado de la elección, y el desarrollo del propio congreso, demuestran que el PSPV no había abandonado su particular laberinto. La conclusión, sin embargo, es todo un desafío.

Si en el Congreso del PSOE se planteó una apuesta intergeneracional, aquí se plantea un claro relevo generacional que encarna el nuevo secretario general y la incorporación de muchos jóvenes nacidos en los setenta y ochenta que están desarrollando labores políticas en el municipalismo. Esta es otra de las características de la nueva dirección, su extracción municipalista y, por lo tanto, su vinculación con los problemas más inmediatos de la gente. En ello radica buena parte del sentido del cambio. Cambio que no será un slogan, esta vez, sino una realidad en cuanto a los protagonistas del socialismo valenciano y, sin embargo, hay quien abrigando posibilidades sin futuro, no se ha dado cuenta de que éste era el último tren para el viaje pendiente.
Publicado en el Diario ABC el 29 de Septiembre de 2008