El PSOE responde al arzobispo de Valencia
La Secretaria de Igualdad, Maribel Montaño, ha replicado al arzobispo de Valencia, Agustín García Gasco, que ha dicho hoy que “produce espanto la perspectiva de una sociedad en la que el aborto, la guerra, el terrorismo y la infidelidad pueden ser legitimados”.
Para Montaño, cierta parte de la jerarquía eclesiástica sigue “alejándose en la defensa de la libertad en lo que toca a las relaciones personales y a las costumbres”. La dirigente socialista ha dejado claro que el gobierno de Zapatero “protege y protegerá la libertad de elección de los ciudadanos sin imposiciones”.
En este sentido, la secretaria de Igualdad del PSOE ha reprochado sus palabras al prelado valenciano. “Lo que produce espanto”, dice Montaño, “es una sociedad en la que las creencias son leyes y los pecados, delitos”.
En esta defensa de la libertad, alega Montaño, “hay que dejar claro” que los ciudadanos y ciudadanas tienen unos derechos cívicos adquiridos de modo que pueden divorciarse, que pueden contraer matrimonio o que pueden interrumpir un embarazo en base a tres supuestos. “Los ciudadanos lo saben y eso es síntoma de una sociedad madura, porque a nadie se le obliga a divorciarse o a abortar”.
Finalmente, Montaño ha destacado la hipocresía de una jerarquía eclesiástica, la española, que “sólo se acuerda del aborto y del divorcio cuando gobierna la izquierda en este país”. “¿Por qué no salieron a la calle para exigir a Aznar que derogase la ley del aborto o el divorcio?”.
Por cierto, apunta Montaño, “los obispos tampoco salieron a la calle en defensa de la paz cuando España entró en la guerra de Irak”.
Para Montaño, cierta parte de la jerarquía eclesiástica sigue “alejándose en la defensa de la libertad en lo que toca a las relaciones personales y a las costumbres”. La dirigente socialista ha dejado claro que el gobierno de Zapatero “protege y protegerá la libertad de elección de los ciudadanos sin imposiciones”.
En este sentido, la secretaria de Igualdad del PSOE ha reprochado sus palabras al prelado valenciano. “Lo que produce espanto”, dice Montaño, “es una sociedad en la que las creencias son leyes y los pecados, delitos”.
En esta defensa de la libertad, alega Montaño, “hay que dejar claro” que los ciudadanos y ciudadanas tienen unos derechos cívicos adquiridos de modo que pueden divorciarse, que pueden contraer matrimonio o que pueden interrumpir un embarazo en base a tres supuestos. “Los ciudadanos lo saben y eso es síntoma de una sociedad madura, porque a nadie se le obliga a divorciarse o a abortar”.
Finalmente, Montaño ha destacado la hipocresía de una jerarquía eclesiástica, la española, que “sólo se acuerda del aborto y del divorcio cuando gobierna la izquierda en este país”. “¿Por qué no salieron a la calle para exigir a Aznar que derogase la ley del aborto o el divorcio?”.
Por cierto, apunta Montaño, “los obispos tampoco salieron a la calle en defensa de la paz cuando España entró en la guerra de Irak”.
