lunes, 9 de junio de 2008

IDEAS O LIDERAZGO

En los partidos que padecen crisis de liderazgo siempre hay quien apela al debate de las ideas. Niegan la mayor, el problema de liderazgo, y se aprestan a invocar la necesidad de redefinir discursos y de aportar propuestas que consigan atraer la atención del electorado. Pero esto es una coartada para intervenir en las propuestas de liderazgo y, muy especialmente, cuando la propuesta no acaba de definirse. Esto es lo que pasa en el PP cuando los que reclaman debate de ideas coinciden con los que piensan que Rajoy no es el líder adecuado, y es lo que pasa en el PSPV cuando se trata de desvirtuar a alguna o todas las opciones que hasta ahora se han presentado para liderar. Así que la cuestión del debate de ideas esconde la definición del liderazgo que es quien debe proyectar tales ideas. Un líder sin ideas es una desgracia, pero unas ideas sin líder no caminan. A la trampa de la necesidad de nuevos discursos e ideas vienen incurriendo los aspirantes a líderes con una precipitación que solo produce invenciones inútiles y de ningún interés. El problema de las ideas es su representación y su difusión, y su solución pasa por su encarnación en un dirigente identificado con unas ideas y valores, capaz de establecer una comunicación efectiva con los ciudadanos de acuerdo a los intereses y expectativas de éstos, que actúa con pasión y convición, que desencadena emociones y afectos y que genera la suficiente confianza como para conferirle la potestad necesaria para atender las necesidades y demandas de la gente. Lo demás es marear.
Publicado en el Diario ABC el 9 de Junio de 2008