martes, 29 de septiembre de 2009

IMPUESTOS

El anuncio de subida de impuestos dado en verano ha permitido a la oposición hacer de ello un caballo de batalla en estos dos meses. Una bandera facilona, pues nadie paga los impuestos con entusiasmo ni nadie está dispuesto a desprenderse del dinero por imposición, e imposición e impuesto es semánticamente lo mismo. Insistir en pagar menos impuestos es una estrategia cómoda pero falsa. Bush predicó, en su campaña electoral, el “alivio fiscal” que solo supuso que los ricos pagaran menos con el respaldo de los más necesitados.

La liberación impositiva es incompatible con las demandas de un Estado social que ha hecho del modelo de bienestar social un paradigma basado en la defensa de los derechos y en el progreso. Las demandas que los ciudadanos plantean a los poderes públicos, sea cual sea su situación y expectativa, son cada vez mayores y para atenderlas hace falta dinero y éste no puede salir sino de los contribuyentes y también para compensar la actual falta de demanda de empleo por parte del sector privado que exige a la Administración incrementar la inversión pública.

Una sociedad solidaria ha de entender que su aportación debe ser extraordinaria cuando las circunstancias son excepcionales. Por el contrario, una sociedad individualista es indiferente a los problemas colectivos. Un enfoque solidario de la cuestión exige pedir mayor esfuerzo a quienes están con capacidad para ello y contribuir a la sociedad con los beneficios que de ella se han obtenido. La cacareada subida tampoco ha sido para tanto.
Publicado en el Diario ABC el 28 de Septiembre de 2009