domingo, 13 de abril de 2008

LAS DERROTAS DULCES AMARGAN


Con la previsión que otorgan las situaciones conocidas va desarrollándose el guión del relato de nuestra actualidad política. La investidura de Zapatero como Presidente y la comunicación del que será el nuevo gobierno encarnan la victoria electoral del partido socialista, mientras que en el otro lado, se va haciendo indigesta la “derrota dulce” del PP de modo que de lo dulce no queda recuerdo y solo se masca la derrota en forma de cuestionamientos y afecciones. Los partidos políticos pretenden ser independientes o autónomos, según el reclamante, pero siempre quedan atrapados por los medios que condicionan las posibilidades de éxito. De modo que las crisis internas de los partidos lo son principalmente cuando así lo disponen los medios accesorios propiciando las debidas tribunas.

Rajoy apela a la independencia del proyecto político del PP solo para hacer frente a quienes le cuestionan desde esos medios, pero sin ellos no puede esperar un gran recorrido. Los medios no han sido accesorios para el PP sino estratégicos. Pero además de determinar el liderazgo, llegada es la hora del reparto del poder en la organización, de eliminar al competidor y situarse bien con vistas al futuro. Las adhesiones que recibe Rajoy esconden intenciones no tan leales como aparentan. Unos intentan señalar a los verdaderamente malos, para cobrarse viejas afrentas. Otros, ganar espacios para un tiempo que no es el de ahora y para el que conviene no alterar el curso de los acontecimientos.

Pero de verdad, de verdad, nadie confía en que Rajoy sea el futuro.

Publicado en el Diario ABC el 13 de Abril de 2008