domingo, 6 de abril de 2008

EL LIDERAZGO EN EL PSPV

La carrera hacia la secretaria general del PSPV va tensionándose. La semana acaba con apariciones públicas simultáneas de aspirantes al cargo. El PSPV sigue sin encontrar respuesta a su aspiración, enredado en sus propias contradicciones. Su tono vital resulta inestable pues es capaz de pasar de la docilidad servicial a la rebelión impiadosa, e ignorando las experiencias, el círculo se cierra una y otra vez. Pese a los profusos análisis, las acciones se reiteran. Por eso, como hablar de renovación es hablar de antiguos empeños, de fracasos y defraudaciones, urge nominar en que consiste el cambio que necesita el PSPV.

Como todo cambio, y más si éste se desea importante, debe afectar al liderazgo, a la organización y al proyecto. Pero esto no es una novedad. La novedad sería acertar, sabiendo distinguir entre los deseos e intereses propios y ajenos y lo que es real. En el PSPV, y fuera de él, no se ha querido que hubiera un liderazgo sólido desde que Lerma dejara la Secretaría General. La trama de intereses y prejuicios, escasos de ambición pública, han impedido que surja cualquier líder natural y se ha seguido apostando por líderes negociados y equipos de dirección más pendientes de administrar los propios recursos que de atraer el afecto y la admiración de los afiliados y de los ciudadanos. Un líder natural es realidad, lo contrario solo es artificialidad. De un líder real cabe esperar un proyecto real y no impostado. De un líder real cabe esperar que la organización no quede sometida por desconfiar de ella.
Publicado en el Diario ABC el 6 de Abril de 2008