La inmigración sigue siendo tema recurrente en esta campaña. Sin extenderme en un tema que reúne tanta hipocresía, sí quiero advertir que, al menos, la polémica ha permitido sacar a la luz los datos de una realidad ignorada, como es que las cotizaciones de los inmigrantes permiten el pago de 900.000 pensiones o que con su trabajo han contribuido al 50% del incremento de nuestro PIB. La ofensiva del PP también ha permitido ver con mayor comprensión y sensibilidad a quienes hemos entregado el cuidado de nuestros hogares, hijos y padres.
En una campaña electoral lo normal es que los partidos ofrezcan propuestas que beneficien a sectores de la población con la confianza de obtener su voto. Lo que no resulta tan admisible es arrancar sufragios a cambio de perseguir a otros que además no pueden defenderse con su voto al carecer de la condición de electores. Ahí uno no puede aparecer como un valiente. Y eso es lo que el PP está haciendo con los inmigrantes y con los niños, ya que para estos últimos solo les ha lanzado una oferta electoral: la cárcel a partir de los 12 años.
En una campaña electoral lo normal es que los partidos ofrezcan propuestas que beneficien a sectores de la población con la confianza de obtener su voto. Lo que no resulta tan admisible es arrancar sufragios a cambio de perseguir a otros que además no pueden defenderse con su voto al carecer de la condición de electores. Ahí uno no puede aparecer como un valiente. Y eso es lo que el PP está haciendo con los inmigrantes y con los niños, ya que para estos últimos solo les ha lanzado una oferta electoral: la cárcel a partir de los 12 años.
Publicado en el Diario ABC el 1 de Marzo de 2008