Impactado aún por el asesinato del militante socialista Isaías Carrasco escribo estas líneas con el propósito de llamar a la participación en las elecciones. Cada voto será, como ha dicho la hija del asesinado, la mejor forma de solidarizarse con su familia y la forma más contundente de expresarse contra las amenazas de los terroristas. El crimen no debe influir en nuestro ánimo ni en nuestra decisión. Ha sido un golpe más, pero el tiempo se acaba para los terroristas. Han pretendido matar, no ya tan solo a una persona y destrozar una familia, sino al compromiso ciudadano con la libertad y las ideas políticas que defendía Isaías. La respuesta de las fuerzas democráticas debe ser, además de solidarizarse con las victimas y condenar el atentado, de firmeza en el combate al terrorismo desde la unidad. Pero esta unidad no puede estar condicionada y más aún en vísperas de una cita electoral en la que los ciudadanos tendrán la última palabra sobre la política que ha de seguir el país.Observo que la tentación de obtener rédito electoral del terrorismo llega hasta el final. El socialista asesinado no se lo merece, como tampoco se lo merece ETA. En todo caso, Isaías con su muerte viene a demostrar falsas imputaciones. ¿Servirá de algo su tributo o la irracionalidad, de quien sea, permanecerá?. Hoy han aparecido en algunos colegios de mi ciudad pintadas igualando a ETA con el PSOE. ¿Me quieren decir que el asesinato fue un ajuste de cuentas entre semejantes?. Simplemente, me da asco.
Publicado en el Diario ABC el 9 de Marzo de 2008
