El cuento de la niña de Rajoy forma parte ya del recuerdo que dejará esta campaña, su anécdota chistosa aunque no exenta de prejuicios. Como la ocurrencia resultó tan extravagante, o quizá porque no se le presupone tanta ternura, nadie pensó en imputársela a Rajoy, y ahora el morbo radica en averiguar el nombre del responsable. La historia, además, de estar fuera de lugar, resultaba extemporánea y extraterritorial. Me pareció cuando escuchaba el apólogo, que Rajoy nos trataba, y dicho con respeto, como si fuésemos guatemaltecos y no españoles. Y ahí es donde vinculé el cuento con el lema de la campaña del PP, un remedo de la campaña del general Otto Pérez en Guatemala, que tuve la fortuna de vivir. El general, muy vinculado a la represión en Guatemala, se agarró al problema de la inseguridad que azota al país, un hecho cierto, como eje nuclear de su campaña, y de ahí su lema “Mano Dura”. Como el lema daba miedo, en un país cansado del terror, añadió “Cabeza y Corazón”. Suerte que el Partido Patriota (PP) perdió. Pero tiene gracia que nos vengan a España las sombras de esa campaña.
Publicado en el Diario ABC el 28 de Febrero de 2008