La Comisión de Medio Ambiente, Agricultura y Pesca del Congreso ha rechazado una iniciativa de ERC-IU-ICV que defendía la declaración de España como territorio libre de transgénicos. Alejandro Alonso, portavoz de Agricultura del Grupo Parlamentario Socialista, ha defendido una enmienda en la que señala que “el uso de material biotecnológico en diferentes ámbitos de la actividad en que esta incorporación se produce, tanto sanitario como agroalimentario o cualquier otro, considerando que esta incorporación, lejos de suponer per se un elemento de una preocupación, es una apuesta por incorporar proactivamente los últimos avances del conocimiento y la investigación científica a la vida diaria”.
La posición del PSOE, que se ha expresado por medio de una enmienda al texto de ERC-IU-ICV, expresa que, con carácter general, “la biotecnología es un instrumento útil al servicio de la calidad de vida, al avance social, el aumento de la capacidad para atender las necesidades de la población y, en general, el progreso de la sociedad”.
Esta declaración de intenciones viene apostillada por la premisa “de la máxima seguridad ambiental y colectiva, e incorporando en esta utilización, en todos los casos, los necesarios instrumentos de seguimiento, evaluación y contraste”. Apuesta por el rigor en las autorizaciones y en la evaluación previa en la toma de decisiones sobre su uso, así como el la revisión y en el seguimiento continuado por parte de las instituciones.
Durante su intervención en la comisión, Alejandro Alonso, además de apostar por el control, también ha reivindicado que se eviten las interpretaciones sesgadas o parciales sobre el uso de las mismas. Por último, ha reivindicado “la máxima transparencia, difusión y explicaciones de las condiciones de uso de eventos derivados de la biotecnología. Y defender el derecho a usar, conocer y explicar estos materiales en un contexto de conocimiento, responsabilidad y libertad”.
La posición del PSOE, que se ha expresado por medio de una enmienda al texto de ERC-IU-ICV, expresa que, con carácter general, “la biotecnología es un instrumento útil al servicio de la calidad de vida, al avance social, el aumento de la capacidad para atender las necesidades de la población y, en general, el progreso de la sociedad”.
Esta declaración de intenciones viene apostillada por la premisa “de la máxima seguridad ambiental y colectiva, e incorporando en esta utilización, en todos los casos, los necesarios instrumentos de seguimiento, evaluación y contraste”. Apuesta por el rigor en las autorizaciones y en la evaluación previa en la toma de decisiones sobre su uso, así como el la revisión y en el seguimiento continuado por parte de las instituciones.
Durante su intervención en la comisión, Alejandro Alonso, además de apostar por el control, también ha reivindicado que se eviten las interpretaciones sesgadas o parciales sobre el uso de las mismas. Por último, ha reivindicado “la máxima transparencia, difusión y explicaciones de las condiciones de uso de eventos derivados de la biotecnología. Y defender el derecho a usar, conocer y explicar estos materiales en un contexto de conocimiento, responsabilidad y libertad”.