sábado, 1 de noviembre de 2008

UN 19% DE LA POBLACIÓN NO TUVO COMIDA PARA PODER ALIMENTARSE A DIARIO EN EL ÚLTIMO AÑO

El aumento de los precios ha disparado la crisis alimentaria. La campaña 'Derecho a la alimentación. Urgente' denuncia que hay 75 millones de hambrientos más que en 2007, 923 millones en total. Con motivo del Día Mundial de la Alimentación, una encuesta sobre el impacto de la falta de alimentos, revela que, en el último año, un 19% de la población no ha tenido, 'frecuentemente o algunas veces', comida para alimentarse.
El sondeo, realizado por Sigma Dos, en colaboración con todas las compañías de Gallup Assotiation, en 56 países y con una muestra de 58.600 entrevistas, es uno de los mayores sobre el tema. La encuesta sitúa en el número uno del 'top ten' de los países con mayor carestía de alimentos a Camerún. Más de la mitad de sus habitantes, el 55%, no ha tenido bastante comida el último año, porcentaje casi 10 veces mayor que la media del continente africano, (46%), si bien todos los entrevistados en este Estado eran del medio urbano.
En segundo lugar aparece Pakistán, con un 53% de población en esa misma situación, seguido de Nigeria (48%), Perú (42%), y Filipinas (40%). Pero no sólo falta comida en el Tercer Mundo. Según este sondeo, hay países de Europa Central y del Este que superan la media mundial. En Rusia, una cuarta parte de la población (23%) tampoco comió lo suficiente en 2007. En Macedonia y Ucrania el porcentaje alcanzó el 21% y en Turquía, el 20%. Más sorprendentes aún son los datos de Reino Unido. El 15% de los británicos reconoció no haber comido todos los días, la cifra más alta de la Unión Europea. Tras él se sitúan Grecia (13%) y Portugal (10%).
Idéntico resultado reveló la encuesta en EEUU, un 15% de cuyos habitantes declaró haber sufrido privaciones de comida en el último año. España, entre los países mejor alimentados España, con un 6% de población que confiesa no haber tenido qué comer, habitualmente o en ocasiones, en el último año, se encuadra entre los países mejor alimentados del mundo, con menos del 10% de su población en esta situación, a pesar de que las ONG y los Bancos de Alimentos tiene cada vez más peticiones de ayuda. En el mismo grupo figuran Finlandia (7%), Alemania, Italia, Islandia y Suecia (4%) y Luxemburgo y Holanda (3%). Por delante de ellos están Dinamarca, Austria, Suiza y Noruega, con porcentajes insignificantes, según la encuesta.
La campaña 'Derecho a la Alimentación. Urgente' afirma que tras el incremento de los hambrientos está la subida del precio de los alimentos, que aumentó un 52% de media, llegando al 200% en algunos productos básicos como el arroz. A la hora de buscar un culpable del alza de los precios, las ONG apuntan a las actuales políticas agrarias, "centradas en la rentabilidad", en lugar de garantizar el derecho a la alimentación. La especulación con alimentos es otra de las causas del problema, según la campaña. "Cuando el 75% de las personas que pasan hambre trabaja en el mundo rural y cuando se generan alimentos para el doble de la población, se evidencia que la violación del derecho a la alimentación es un problema de acceso a los productos y recursos suficientes para satisfacer las necesidades de todos los habitantes del planeta", afirma.
En la misma línea se ha pronunciado Intermón Oxfam. La ONG destaca que unos 290 millones de personas se encuentran al borde de la pobreza por el encarecimiento de los alimentos y critica la respuesta de la comunidad internacional. Como ejemplo, señala que, de los 12.300 millones de dólares comprometidos en junio por los países ricos para afrontar la crisis alimentaria, sólo se han desembolsado mil millones. La cifra contrasta con los 700.000 millones que Estados Unidos ha comprometido para paliar la crisis financiera, máxime cuando, según Acción Contra el Hambre, con la mitad de lo que costó la T4 de Barajas, 3.049 millones de euros, se podría curar a los 19 millones de niños que sufren malnutrición aguda severa. Ante esta situación y, aprovechando que esta es la semana de lucha contra la pobreza, numerosas ONG reclaman que se aborde la crisis alimentaria desde su dimensión social, política, ambiental y nutricional