jueves, 13 de diciembre de 2007

LA ENVIDIA, NO EL ODIO, MATÓ A LORCA

El hispanista Ian Gibson destapa en un nuevo libro a Ramón Ruiz Alonso, el hombre que detuvo en Granada al poeta, asesinado tres días después
Ramón Ruiz Alonso, el hombre que persiguió, acosó y detuvo al poeta Federico García Lorca, fusilado el 19 de agosto de 1936, se educó con los Salesianos de Salamanca y llegó a Granada en el verano de 1932 para trabajar como obrero tipógrafo en el diario Ideal de la Editorial Católica, recomendado por el cardenal Ángel Herrera Oria, responsable del diario El Debate. Ruiz Alonso, miembro del partido conservador católico Acción Popular, integrado en la CEDA de José María Gil-Robles, fue diputado entre 1933 y 1935 por Granada, durante la época de gobiernos republicanos conservadores. Perdió su escaño en 1936 cuando, tras una sospecha de fraude, las elecciones tuvieron que ser repetidas en Granada y Cuenca, con lo que aumentó su odio, ya enfermizo, a las izquierdas. Tras perder su escaño intentó ingresar en Falange Española pidiendo a José Rosales que mediara ante José Antonio Primo de Rivera; pero como reclamaba cobrar en Falange las 1.000 pesetas mensuales que cobraba como diputado, éste se negó. Con ese motivo aumentó también su resentimiento contra los falangistas que más tarde cobijaron a Lorca.
Las investigaciones en torno al asesinato de Federico García Lorca de Ian Gibson señalan que elaboró una denuncia contra él y el 16 de agosto de 1936 se dirigió a la casa de Luis Rosales, poeta granadino de afiliación falangista, en donde éste mantenía protegido a García Lorca, deteniéndole pese a la oposición de Rosales y trasladándole al Gobierno Civil, de donde posteriormente se le trasladó a Víznar, lugar en que fue fusilado y rematado por el matón homófobo Juan Luis Trescastro, marido de una prima lejana del padre de García Lorca, junto a dos banderilleros de la CNT y un maestro republicano cojo, Dióscoro Galindo. También denunció a otros destacados izquierdistas granadinos.
Gibson comenta «He contrastado otros muchos testimonios y lo cierto es que este hombre odiaba a Lorca porque era homosexual y porque pensaba que era un rojo vendido a los intereses de Moscú. Aunque lo determinante fue la envidia que tenía hacia su figura. Una persona sí puede justificar un asesinato por el odio, pero si se trata de la envidia no lo va a reconocer. También es posible que quisiera perjudicar a los hermanos Rosales. Eran falangistas, escondieron a Lorca en su casa, y Ruiz Alonso estaba resentido con la Falange. Sus miembros nunca le aceptaron».
«Al morir Franco se marchó a Estados Unidos. Intuía que le iban a acosar para que contara con pelos y señales lo que ocurrió y se borró del mapa», donde falleció en 1977. Casado con Magdalena Penella e hijo político del compositor Manuel Penella, es padre de las actrices españolas Emma Penella, Elisa Montés y Terele Pávez, hermanas aunque con distinto apellido artístico.
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http://www.elpais.com/articulo/paginas/verdugo/Lorca/elpepusoceps/20070819elpepspag_6/Tes