lunes, 1 de diciembre de 2008

EL APRECIO POR EL INGLES

Las decisiones injustas, arbitrarias o caprichosas que pueden tomar los gobiernos y que afectan a evidentes sentimientos o intereses populares no suelen quedar sin la respuesta de los concernidos. Su reacción se incrementa con el tiempo pues todo proceso de rechazo requiere una maduración para alcanzar una adecuada magnitud de desafío.

Así ha ocurrido con la decisión del Consell de impartir las clases de Educación para la Ciudadanía en inglés. Resulta innegable que tal decisión vino motivada por el decidido boicot del PP a la citada asignatura utilizando para ello los recursos institucionales derivados del poder que ostenta. La medida, burlona, entraña un carácter de desprecio a la nueva materia escolar, que quedaría en una broma de mal gusto sino se tratara de algo que afecta a la educación, la de nuestros hijos, dicho en el plano emocional, y al futuro de nuestra sociedad. La coartada utilizada por el Consell para responder a las primeras reacciones, locales, nacionales e, incluso, internacionales ante lo absurdo de la cuestión, fue y es aún, la defensa del trilingüismo y la promoción del inglés como apuesta para el desarrollo. Pero, lo bien cierto, es que el inglés le merece tanto interés a nuestro gobierno que ha sido utilizado para obstruir la enseñanza de una asignatura.

Si estuviéramos ante una medida seria, el Consell no habría antepuesto razones políticas a las pedagógicas. Es del todo punto contraria a la didáctica de la educación la decisión adoptada. Un partido serio no puede jugar de un modo tan arbitrario en un tema como el de la educación. Debería estar prohibido.
Publicado en el Diario ABC el 1 de Diciembre de 2008