Un hombre de nacionalidad colombiana y 34 años de edad que tiene su residencia habitual en Sevilla, acabó confesando a la policía que viajó de la capital andaluza a la valenciana para quemar aquí su coche aprovechando la ola de vandalismo que, a su juicio, le brindaría el anonimato necesario para no ser descubierto.A lo largo de este año, las calles de la ciudad de Valencia han visto arder 268 vehículos. La constante difusión de estos incendios han elevado a Valencia, al parecer, a los altares del vandalismo y el gamberrismo.Consciente de esa mala fama, el ahora detenido, quien ya había decidido supuestamente quemar su vehículo para cobrar el seguro, decidió que su impunidad estaba más garantizada en una ciudad conocida por su elevado número de incendios intencionados de coches, como Valencia, que la suya propia. Así, el lunes pasado, cogió su turismo, un Seat Altea, y se vino desde Sevilla. Tras llegar a la capital valenciana, aparcó en la calle Massalfassar y, en torno a las 0.45 horas del martes le prendió fuego. Doce horas y cinco minutos después, según la policía, agentes de la brigada de información detenían al conductor y esposo de la dueña del coche, quien terminó por reconocer que sí, que tenían razón y que lo había quemado para cobrar la indemnización de su aseguradora, informan esas fuentes