El arquitecto valenciano explica en la memoria descriptiva del paso elevado que no hay farolas para evitar "entorpecer" la visión de la Ciudad de las Artes y las Ciencias
La iluminación del puente de l'Assut de l'Or, de la que ayer se quejó en Levante-EMV un motorista, entre otros, que se accidentó en dicho pontón 24 horas después del primer siniestro mortal, está dispuesta para "realzar" dicho puente y no "entorpecer" el resto de la obra de Santiago Calatrava: la Ciudad de las Artes y las Ciencias. Así, al menos, se especifica en la memoria descriptiva facilitada por el despacho del ingeniero valenciano hace cinco meses, en la inauguración de la infraestructura."En cuanto a la iluminación -reza el documento-, se ha evitado entorpecer la visión de conjunto de la Ciudad de las Artes y las Ciencias, por lo que no se han dispuesto báculos o farolas sobre los tableros. Así, el proyecto se concentra en la iluminación puntual del tablero, en los guarda raíles y barandillas y especialmente del pilono, donde se han colocado luminarias empotradas bajo los cables para realzar el fuste, la coronación y los tirantes". La memoria explica de esta forma por qué no existen luminarias verticales en el puente, una justificación que bien podría extrapolarse a la señalización vertical, completamente inexistente en el pontón. No obstante, eso cambiará en breve, puesto que la muerte de los motoristas en apenas dos meses ha forzado al ayuntamiento a rectificar y a admitir la instalación de señales que recuerden la obligación de circular a un máximo de 50 km/h y avisen del pronunciado cambio de rasante que tiene el paso elevado, principal motivo de queja entre los usuarios."Estética innegable"No es de extrañar que el arquitecto extremase el cuidado de todos los elementos para permitir la correcta visualización de su diseño, puesto que, como él mismo dice en la mencionada memoria descriptiva, el puente "presenta unas cualidades estéticas innegables". Y eso es, precisamente, de lo que se quejan buena parte de los 44.000 conductores que pasan por allí a diario, además del edil socialista José Luis Ábalos, quien estos días no ha dudado en afirmar que en el pontón "se ha subordinado la funcionalidad a la estética". No es el único. Algunos expertos del sector consultados por este periódico cuestionan la puesta en marcha del pontón sin "medidas complementarias de seguridad", máxime, dicen, "en la década de la seguridad vial" -activa y pasiva-, en un momento de apuesta "colectiva por proyectar carreteras amables que nos ayuden a que el más mínimo fallo, despiste o incumplimiento no lleve aparejada la muerte del infractor".Vicente Salazar, presidente del colectivo motero Moto-escape Valencia está de acuerdo. "Cuando se hace una obra de esta magnitud, el margen de seguridad debería ser mayor. Si en unos años cambia la velocidad máxima y fuese de 60 km/h, ¿qué pasaría? ¿ya no serviría el puente y habría que hacer otro?", se pregunta. Julián Rico, uno de los responsables del Motoclub Valencia, también pide mayor seguridad aunque, como su compañero, defiende el respeto a los límites de velocidad. "El cambio de rasante te deja sin perspectiva de lo que hay al otro lado del puente y, como no hay señalización que te avise de que puedes encontrarte coches parados, cuando los hay puedes tener un serio problema para frenar a tiempo". Depende del número de vehículos que estén detenidos frente al semáforo en rojo que da paso a la carretera del Saler: si están en torno a la decena por carril, la cola llega prácticamente hasta la parte más elevada del cambio de rasante, con lo que "apenas hay espacio para frenar".¿Por qué siempre las motos?No es casualidad que los dos fallecidos en el puente de l'Assut de l'Or pilotasen motocicletas de gran cilindrada, al igual que el joven que resultó gravemente heridos el 16 de marzo en el mismo punto. Según fuentes policiales, "las motos son más frágiles que los automóviles", pero, además, "necesitan más espacio que un turismo para frenar , y eso es precisamente lo que falta en el puente".Sus motores "aceleran muy rápido y, cuando ven los coches en la rasante no les da tiempo a reducir porque no hay sitio".El puente aún no ha sido entregadoEl concejal de Circulación y Patrimonio, Alfonso Novo, admitió ayer en el pleno del Ayuntamiento de Valencia que el puente de l'Assut de l'Or aún no ha sido entregado al consistorio, por lo que parte de la información que le reclamó la oposición fue aplazada hasta el momento de la entrega. Novo sí se pronunció sobre la peligrosidad del puente y aunque dijo que "es igual que el de la Peineta", asumió que "hay un problema".Por este motivo anunció que se va a reforzar la señalización de la vía, en la que ya existe una prohibición de 50 kilómetros por hora, y va a estar expectante al trabajo de los técnicos, que, según dijo, son los que tienen que hacer su función y la harán bien.Novo respondía así a una pregunta del concejal socialista José Luis Ábalos, quien le reprochó que se abriera el puente al tráfico sin haber realizado todos los controles necesarios y que apenas cuatro meses después se haya convertido en un punto negro de la ciudad de Valencia.Ábalos recordó que la obra costó 35 millones de euros y que no es de recibo decir que la inclinación responde a la necesidad de que los camiones pasen por debajo, ya que hay fórmulas, como rebajar el suelo o hacer más larga la plataforma, para solucionarlo. Y cree, asimismo, inadecuado decir que cada uno asuma su responsabilidad si circula a más velocidad de la permitida. Para el socialista, es urgente tomar medidas y aguarda los datos prometidos por Novo. josé parrilla valencia