lunes, 9 de marzo de 2009

¿SERVIDORES PUBLICOS?

Los ciudadanos nos levantamos un buen día y nos enteramos de la irrupción de una crisis económica sin precedentes, como si de un fenómeno natural se tratara. Los proyectos personales y las obligaciones contraídas de muchos con base a ajustados cálculos de ingresos se han visto truncados. No hay explicaciones comunes ni responsables identificados. Se sabe, sí, que el origen está en la especulación financiera e inmobiliaria y en la falta de control del poder político por no decir, llana y expresamente, con la connivencia de éste. A esta situación de desconfianza, incertidumbre y vulnerabilidad que padecen la mayoría de los ciudadanos se une el hecho de que la mayor parte de la información política se refiere a importantes y numerosos casos de corrupción.

Al ciudadano no solo no le llegan mensajes de tranquilidad y confianza sino de indignación. Que los políticos no alcancen a ofrecer soluciones que den esperanza a la situación personal de los ciudadanos a los que sirven ya es grave, pero que de éstos se proyecte la imagen de un enriquecimiento injusto, incluso delictivo, es inmensamente grave, puesto que determina una crisis de gobernabilidad que se añade a la económica.

Si además vinculamos que buena parte de la corrupción tiene que ver con el modelo económico determinante de la crisis, la cuestión permite identificar a muchos de sus responsables. Sepan los hipotecados y/o los que compraron pisos con precios injustificados que las “coimas” recibidas formaron parte de los gastos que hubieron de incorporarse a tales precios. Ellos ya cobraron, a usted aún le queda pagar.
Publicado en el Diario ABC el 9 de Marzo de 2009