España junto a otros 25 países ha suscrito una declaración alternativa en la que, como primer punto, se reconoce "el acceso al agua y al saneamiento como un derecho
El Foro Mundial del Agua, celebrado en Estambul, ha dejado patente la división entre los Estados a la hora de comprometerse a garantizar el acceso al agua como un derecho esencial de todo ser humano, ya que en la Declaración Ministerial de Estambul no se ha llegado a decretar el agua como un derecho humano, como exigían los movimientos sociales y ecologistas y varios países latinoamericanos.Finalmente, un grupo de veinticinco países decidió suscribir una declaración alternativa en la que, como primer punto, se reconoce "el acceso al agua y al saneamiento como un derecho humano" y los firmantes se comprometen "a realizar las acciones necesarias para la implementación progresiva de este derecho". España, junto con la mayoría de los Estados latinoamericanos, firmó esta declaración, al igual que varias naciones africanas y asiáticas.De hecho, la falta de higiene y problemas derivados de la falta del agua causa la muerte de un niño cada tres segundos en el mundo, según ha asegurado el director de la Oficina de Naciones Unidas de apoyo al Decenio Internacional para la Acción 'Agua, fuente de vida', Carlos Fernández-Jáuregui. Asimismo, cerca de 1.200 millones de seres humanos carecen de agua potable y 2.600 no acceden a un saneamiento seguro, según Naciones Unidas. "En el mundo no existe un problema de escasez de agua, sino de infraestructuras adecuadas. El agua ha pasado de ser una fuente de vida a convertirse en muchos casos en un instrumento político para obtener votos", insistió el experto.Este año, con motivo del Día Mundial del Agua, que ha sido celebrado con diferentes actividades en distintas ciudades del mundo, Naciones Unidas quiere llamar la atención sobre los recursos hídricos transfronterizos, es decir, los que por encima o por debajo de la superficie atraviesan dos o más Estados. Una situación que viven 145 países y que afecta al 90% de la población, según la Coordinadora ONGD-España.Por ello, Jáuregui señaló que, teniendo en cuenta que para el año 2030 se prevé una población mundial de 8.300 millones de personas, será necesario priorizar la gestión del agua, además de definir estrategias "enfocadas a intervenir sobre temas como el saneamiento que, aunque no resulte muy atractivo, ni genere muchos votos, aumenta la esperanza de vida de las personas". La Coordinadora ONGD-España hace un llamamiento a nuestro gobierno para que inste al reconocimiento internacional del derecho humano al agua, implicándose en el desarrollo de instituciones eficientes y transparentes, para responder al problema de las aguas transfronterizas. "Es necesario que el gobierno cumpla sus compromisos internacionales relacionados con el acceso al agua y saneamiento, en especial los derivados de los Objetivos de Desarrollo del Milenio".
El Foro Mundial del Agua, celebrado en Estambul, ha dejado patente la división entre los Estados a la hora de comprometerse a garantizar el acceso al agua como un derecho esencial de todo ser humano, ya que en la Declaración Ministerial de Estambul no se ha llegado a decretar el agua como un derecho humano, como exigían los movimientos sociales y ecologistas y varios países latinoamericanos.Finalmente, un grupo de veinticinco países decidió suscribir una declaración alternativa en la que, como primer punto, se reconoce "el acceso al agua y al saneamiento como un derecho humano" y los firmantes se comprometen "a realizar las acciones necesarias para la implementación progresiva de este derecho". España, junto con la mayoría de los Estados latinoamericanos, firmó esta declaración, al igual que varias naciones africanas y asiáticas.De hecho, la falta de higiene y problemas derivados de la falta del agua causa la muerte de un niño cada tres segundos en el mundo, según ha asegurado el director de la Oficina de Naciones Unidas de apoyo al Decenio Internacional para la Acción 'Agua, fuente de vida', Carlos Fernández-Jáuregui. Asimismo, cerca de 1.200 millones de seres humanos carecen de agua potable y 2.600 no acceden a un saneamiento seguro, según Naciones Unidas. "En el mundo no existe un problema de escasez de agua, sino de infraestructuras adecuadas. El agua ha pasado de ser una fuente de vida a convertirse en muchos casos en un instrumento político para obtener votos", insistió el experto.Este año, con motivo del Día Mundial del Agua, que ha sido celebrado con diferentes actividades en distintas ciudades del mundo, Naciones Unidas quiere llamar la atención sobre los recursos hídricos transfronterizos, es decir, los que por encima o por debajo de la superficie atraviesan dos o más Estados. Una situación que viven 145 países y que afecta al 90% de la población, según la Coordinadora ONGD-España.Por ello, Jáuregui señaló que, teniendo en cuenta que para el año 2030 se prevé una población mundial de 8.300 millones de personas, será necesario priorizar la gestión del agua, además de definir estrategias "enfocadas a intervenir sobre temas como el saneamiento que, aunque no resulte muy atractivo, ni genere muchos votos, aumenta la esperanza de vida de las personas". La Coordinadora ONGD-España hace un llamamiento a nuestro gobierno para que inste al reconocimiento internacional del derecho humano al agua, implicándose en el desarrollo de instituciones eficientes y transparentes, para responder al problema de las aguas transfronterizas. "Es necesario que el gobierno cumpla sus compromisos internacionales relacionados con el acceso al agua y saneamiento, en especial los derivados de los Objetivos de Desarrollo del Milenio".
Fuente canalsolidarior.org