Arropado por medio partido de Valencia, dirigentes de L'Alacantí (Carmen Sánchez Brufal) y el Camp de Morvedre, el socialista José Luis Ábalos se postuló a la secretaría general de su partido, cargo por el que peleó y perdió hace ocho años por unos votos frente a Joan Ignasi Pla. El presidente del partido en Valencia -de ahí procede su mayor aval orgánico- proclamó que va a por todas y que su aspiración es liderar y ser el referente público del socialismo valenciano: "Para cuotas de partido no necesito venir aquí. Ya las tengo", respondió a los que le acusan de presentarse para asegurarse un cupo en la dirección.
Su oferta a la militancia fue colocar el partido al servicio de los ciudadanos, fortalecer su operatividad, terminar con la debilidad comunicativa y desbancar al PP de la Generalitat. Uno de los grandes problemas del PSPV es la dificultad para trasladar sus ideas y proyectos e insistió en que la cohesión social y el sentimiento de pertenencia a una comunidad serán dos pilares esenciales de su mensaje político. Ábalos expresó su respeto y admiración por el resto de aspirantes a la secretaría general.
El nuevo aspirante rechazó las exclusiones y abogó por un gran pacto: "Contaré con los mejores, estén donde estén y por facilitar el acuerdo tanto si lo lidero yo como si lo hace otro". De la autonomía política -reivindicada por sus contrincantes- dijo que hay que ganársela y dio la bienvenida a todos los que, en primarias, pugnan por la candidatura socialista a la presidencia de la Generalitat en 2011.
Francesc Romeu se congratuló por la presentación de Ábalos y pidió a todos los aspirantes que huyan de los "cambios de cromos" y las componendas orgánicas. En Alicante, Jorge Alarte insistía en que el mal endémico del socialismo valenciano desde hace 15 años es "la falta de debate sobre el proyecto político". Aunque evitó referencias directas a José Luis Ábalos, Alarte dijo que no era el momento de buscar cuotas ni dividir a los que están por el cambio en el seno del partido.
Para la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el número de aspirantes "manifiesta las muchas opciones que hay y los militantes decidirán con libertad, autonomía y responsabilidad".
Su oferta a la militancia fue colocar el partido al servicio de los ciudadanos, fortalecer su operatividad, terminar con la debilidad comunicativa y desbancar al PP de la Generalitat. Uno de los grandes problemas del PSPV es la dificultad para trasladar sus ideas y proyectos e insistió en que la cohesión social y el sentimiento de pertenencia a una comunidad serán dos pilares esenciales de su mensaje político. Ábalos expresó su respeto y admiración por el resto de aspirantes a la secretaría general.
El nuevo aspirante rechazó las exclusiones y abogó por un gran pacto: "Contaré con los mejores, estén donde estén y por facilitar el acuerdo tanto si lo lidero yo como si lo hace otro". De la autonomía política -reivindicada por sus contrincantes- dijo que hay que ganársela y dio la bienvenida a todos los que, en primarias, pugnan por la candidatura socialista a la presidencia de la Generalitat en 2011.
Francesc Romeu se congratuló por la presentación de Ábalos y pidió a todos los aspirantes que huyan de los "cambios de cromos" y las componendas orgánicas. En Alicante, Jorge Alarte insistía en que el mal endémico del socialismo valenciano desde hace 15 años es "la falta de debate sobre el proyecto político". Aunque evitó referencias directas a José Luis Ábalos, Alarte dijo que no era el momento de buscar cuotas ni dividir a los que están por el cambio en el seno del partido.
Para la vicepresidenta del Gobierno, María Teresa Fernández de la Vega, el número de aspirantes "manifiesta las muchas opciones que hay y los militantes decidirán con libertad, autonomía y responsabilidad".