De seguir con esta marcha el mes de agosto aparecerá en blanco en el calendario. Tan solo los medios de comunicación han seguido intentando funcionar informando sobre las escasas noticias que se producen en ese mes, unas veces fortuitas, otras artificiosas. Las instituciones representativas han estado más vacías que nunca y determinados servicios resultan inaccesibles en ese periodo cada vez más inhábil. Que la actividad política se reduzca no creo que produzca queja en nadie pero que los servicios se resientan si es lamentable.
En agosto todos los servicios públicos se ven drásticamente reducidos, como la sanidad, el transporte o la seguridad. Sin embargo, agosto ya no es lo que antaño fue. Hoy en las ciudades permanecen un buen número de residentes y turistas. Las vacaciones se diversifican más y los viajes se reducen en tiempo. Ya no se lleva tanto regresar al pueblo en el verano porque la mayoría no tiene más pueblo que su residencia habitual porque los antiguos emigrantes nacionales se enraizaron en sus lugares de acogida. Además los hay que no pueden viajar o simplemente no les interesa la idea del turismo masificado. Las grandes ciudades también reflejan un buen número de inmigrantes de países extranjeros que no pueden permitirse el lujo de muchas vacaciones. Estas ciudades no quedan solitarias y por tanto sus poblaciones han de seguir atendidas con los correspondientes servicios.
Todo el mundo tiene derecho al descanso pero también a que las cosas funcionen. Ahora la vuelta al cole, incluido mayores.
En agosto todos los servicios públicos se ven drásticamente reducidos, como la sanidad, el transporte o la seguridad. Sin embargo, agosto ya no es lo que antaño fue. Hoy en las ciudades permanecen un buen número de residentes y turistas. Las vacaciones se diversifican más y los viajes se reducen en tiempo. Ya no se lleva tanto regresar al pueblo en el verano porque la mayoría no tiene más pueblo que su residencia habitual porque los antiguos emigrantes nacionales se enraizaron en sus lugares de acogida. Además los hay que no pueden viajar o simplemente no les interesa la idea del turismo masificado. Las grandes ciudades también reflejan un buen número de inmigrantes de países extranjeros que no pueden permitirse el lujo de muchas vacaciones. Estas ciudades no quedan solitarias y por tanto sus poblaciones han de seguir atendidas con los correspondientes servicios.
Todo el mundo tiene derecho al descanso pero también a que las cosas funcionen. Ahora la vuelta al cole, incluido mayores.
Publicado el 2 de Septiembre de 2007