La semana que comenzamos será intensa en política y economía. Los Congresos de los partidos, especialmente el del PP que tendrá lugar entre nosotros, y la huelga del sector del transporte y sus consecuencias sobre la economía concentrarán la atención mediática.
El PP celebrará su Congreso con gran aparatosidad para compensar así la crítica trayectoria seguida desde que perdiera las elecciones generales. Un macro congreso dotado de una importante infraestructura física, con mucha gente y un amplio dispositivo de los medios de comunicación proyectarán la imagen de un gran evento propio de un partido fundamental para España. Esa es la imagen de marca que se quiere lograr. Y desde el ámbito interno de la formación, lo normal es que se presente como un Congreso de integración, con algunas “repescas” y con la presencia de los más importantes y nuevos referentes de poder en el PP, y con un Rajoy reencarnado. A partir de ahí, el PP aparecerá reciclado y los movimientos internos decaerán hasta llegado el 2011.
Mientras tanto, los ciudadanos cada vez están más preocupados por la situación económica pues solo les llegan anuncios que afianzan la incertidumbre. Al no admitir el gobierno el término “crisis” en la calificación de la coyuntura económica, los ciudadanos se preguntan si la cosa es peor aún. La huelga del sector del transporte ha alimentado la desconfianza y además va a tener consecuencias sobre los precios y el empleo. Pienso que el gobierno debería admitir la situación y explicar por qué se produce y cómo se sale de ella.
El PP celebrará su Congreso con gran aparatosidad para compensar así la crítica trayectoria seguida desde que perdiera las elecciones generales. Un macro congreso dotado de una importante infraestructura física, con mucha gente y un amplio dispositivo de los medios de comunicación proyectarán la imagen de un gran evento propio de un partido fundamental para España. Esa es la imagen de marca que se quiere lograr. Y desde el ámbito interno de la formación, lo normal es que se presente como un Congreso de integración, con algunas “repescas” y con la presencia de los más importantes y nuevos referentes de poder en el PP, y con un Rajoy reencarnado. A partir de ahí, el PP aparecerá reciclado y los movimientos internos decaerán hasta llegado el 2011.
Mientras tanto, los ciudadanos cada vez están más preocupados por la situación económica pues solo les llegan anuncios que afianzan la incertidumbre. Al no admitir el gobierno el término “crisis” en la calificación de la coyuntura económica, los ciudadanos se preguntan si la cosa es peor aún. La huelga del sector del transporte ha alimentado la desconfianza y además va a tener consecuencias sobre los precios y el empleo. Pienso que el gobierno debería admitir la situación y explicar por qué se produce y cómo se sale de ella.
Publicado en el Diario ABC el 16 de Junio de 2008
