El Conseller Blasco recuperó la oferta electoral de Rajoy con relación al contrato de integración dirigido a los inmigrantes y se armó la polémica. Blasco consiguió su objetivo que es que se hablara de esto y no de otras cosas. Lanzó el anzuelo y la mayoría picó. El Conseller sabe que la idea no puede prosperar pues la Generalitat no tiene competencia legal para regular la inmigración y la relación de derechos y obligaciones que para este colectivo se plantea no constituyen ninguna novedad, pero el envite le ha salido bien. Ha tomado la iniciativa y le ha respondido todo el mundo hasta la Vicepresidenta del Gobierno. El flamante Ministro de Trabajo, sensible a la cuestión, ha manifestado que no siendo el tema competencia del Consell, hay que buscar sin embargo un espacio de encuentro. ¿Qué más podía pedir el Conseller?.
Además ha vuelto a colocar uno de los temas preferidos de la derecha, cual es la inseguridad que provoca la inmigración y por tanto el aumento del rechazo entre la población autóctona. Blasco, experto en márketing político, siguió los principios clásicos del “spin machine”. El que golpea primero, golpea dos veces. Otro: cuanto más sencillo es un mensaje tanto más eficaz. Un tercero: la repetición es la clave de la comunicación. Y por supuesto, toda reiteración acaba siendo una realidad. A la oposición, al entrar en el juego, solo le queda ser reactiva.
A la derecha le interesa un electorado polarizado y doctrinario en torno a cuestiones de carácter fundamentalista para lograr así un electorado egocéntrico.
Además ha vuelto a colocar uno de los temas preferidos de la derecha, cual es la inseguridad que provoca la inmigración y por tanto el aumento del rechazo entre la población autóctona. Blasco, experto en márketing político, siguió los principios clásicos del “spin machine”. El que golpea primero, golpea dos veces. Otro: cuanto más sencillo es un mensaje tanto más eficaz. Un tercero: la repetición es la clave de la comunicación. Y por supuesto, toda reiteración acaba siendo una realidad. A la oposición, al entrar en el juego, solo le queda ser reactiva.
A la derecha le interesa un electorado polarizado y doctrinario en torno a cuestiones de carácter fundamentalista para lograr así un electorado egocéntrico.
Publicado en el Diario ABC el 5 de Mayo de 2008