«Las decisiones del Gobierno las toma el Gobierno y las decisiones del partido las toma el partido». Así se refirió la Vicepresidenta respecto del nombramiento del Delegado del Gobierno en nuestra Comunidad. La expresión está cargada de rotundidad pero lo que es obvio no precisa subrayarse. La competencia de este nombramiento corresponde al gobierno por competencia y definición pues no en balde es su Delegado, si bien no lo es en un país extranjero. El objetivo de este cargo es servir a los intereses del gobierno y, por tanto, defender su gestión y contribuir a la eficacia de la misma. Pero esta tarea, en la práctica, corresponde también a la organización política que respalda a ese gobierno.
El PSPV ha dedicado la mayor parte de sus energías en defender al gobierno porque el Consell y el PP valenciano han centrado su estrategia política en erosionar a aquél. Por tanto, más allá de las competencias es obvio que la estrategia de los socialistas valencianos debe combinar la acción institucional con la movilización política. Considerando además que los valencianos, según las encuestas publicadas, no han percibido de modo positivo la gestión gubernamental socialista es necesario ponerse de acuerdo, gobierno y partido, para afrontar este hecho.
La cuestión de este nombramiento que a todos ha sorprendido no radica en la persona elegida, sobre la que nadie cuestiona sus virtudes, sino en la oportunidad que vive una organización que en cuatro meses debe resolver su situación. ¿No podía esperarse el gobierno hasta entonces, cuando ha sido posible estar más de un año en absoluta provisionalidad?
El PSPV ha dedicado la mayor parte de sus energías en defender al gobierno porque el Consell y el PP valenciano han centrado su estrategia política en erosionar a aquél. Por tanto, más allá de las competencias es obvio que la estrategia de los socialistas valencianos debe combinar la acción institucional con la movilización política. Considerando además que los valencianos, según las encuestas publicadas, no han percibido de modo positivo la gestión gubernamental socialista es necesario ponerse de acuerdo, gobierno y partido, para afrontar este hecho.
La cuestión de este nombramiento que a todos ha sorprendido no radica en la persona elegida, sobre la que nadie cuestiona sus virtudes, sino en la oportunidad que vive una organización que en cuatro meses debe resolver su situación. ¿No podía esperarse el gobierno hasta entonces, cuando ha sido posible estar más de un año en absoluta provisionalidad?
Publicado en el Diario ABC el 19 de Mayo de 2008