Resulta imposible que la derecha española, representada por el PP, condene la dictadura franquista, un régimen militarista que usó como ropaje ideológico el fascismo. La dictadura no fue un régimen autoritario sino totalitario porque además de la fuerza impuso una ideología, la nacionalsindicalista, la falangista homologada al nazismo y al fascismo de la época. Pretender excluir estos rasgos de aquel régimen es revisar la historia, y eso es lo que intenta el PP. Si eliminamos esas calificaciones que repugnan en todo el mundo democrático nos quedamos con un régimen autoritario incluso paternal para dejarlo más maquillado. Y ahí encuentran sus raices algunos de los prohombres del PP. Les cuesta condenar lo que no les ha molestado nunca y lo que, para algunos no solo es su pasado sino el de sus familias. Pero esta incapacidad para disociarse de esa parte de la historia, impuesta a los españoles mediante la coacción y la represión, es la asignatura pendiente del PP para aprobar la asignatura de formación democrática. Quien sabe si por eso molesta tanto la asignatura de educación para la ciudadanía.
"Ver entrevista de Mayor Oreja a La Voz de Galicia".