El PP valenciano ha decidido subir el tono, si eso es posible aún, de su permanente campaña contra el presidente del gobierno, Rodríguez Zapatero. Esa personalización es clave en la estrategia del PP, en la que el gobierno, el PSOE, es Zapatero. Un reduccionismo para hacer más fácil el objetivo a batir. Todos los problemas se resumen en uno: Zapatero. Todas las culpas de cuanto pueda acontecer, de modo fortuito o voluntario, casual o previsto, a nivel internacional, nacional, local o de comunidad de vecinos son de Zapatero. La crisis económica internacional es responsabilidad de Zapatero, como lo es el desempleo aunque no así cuando se crea empleo que entonces es gracias a las políticas de Camps; como también es culpable Zapatero de los problemas en la educación y en la sanidad, aunque éstas estén transferidas a la Generalitat hace ya casi veinticinco años. Lo sabe bien, Rita Barberá, que lleva años adornando los balcones del hemiciclo municipal con una pancarta que dice “Zapatero miente” sin que podamos constatar el motivo de la leyenda, aunque la respuesta, caso de pedirla, sería clara: miente porque siempre miente.Con este propósito, útil según reflejan las encuestas y rentable según manifiestan los votos, el PP valenciano se monta no una campaña, sino un hito más en su permanente campaña, a cuenta de los Presupuestos Generales del Estado, que como ha dicho Costa, expresan el odio de Zapatero hacia nosotros. Este Zapatero, que miente y odia, se parece a los enemigos del franquismo, con cuernos y secuestrando niños. ¡Y luego dicen que no les ata nada al pasado!
Publicado en el Diario ABC el 6 de Octubre de 2008
