
La mujer, quien alega inocencia pero fue procesada por el incendio de una hacienda cometido por grupos que defienden la causa mapuche de recuperación de tierras en el sur de Chile, había mantenido su decisión de no ingerir alimentos para exigir que las autoridades le dieran salidas dominicales y que beneficiaran también a otros procesados en la causa.
El anuncio del fin del ayuno fue realizado por el presidente de la Conferencia Episcopal de Chile, monseñor Alejandro Goic, quien dijo que el Gobierno decidió acceder a las peticiones de la activista, quien tomó la determinación de "apreciar el valor de la vida como un don maravilloso y a deponer su huelga de hambre".
Troncoso está internada en el hospital de Chillán, a 399 kilómetros al Sur de Santiago. El presidente de los obispos católicos chilenos dijo que el esfuerzo de Patricia Troncoso, "no ha sido en vano", ya que debido a su huelga de hambre "el tema mapuche se ha instalado en la sociedad chilena".