Resulta difícil sustraerse a comentar algo acerca del proceso de metamorfosis que va de las anchoas a los bolsos. Una nueva filtración aparecida en un medio de comunicación con relación a un buen número de grabaciones, que parecen no tener fin al menos por su alta densidad informativa, alcanza esta vez a Barberá, la cual ya debía oler esta posibilidad y prefirió hacer correr un olor más fuerte como el de la anchoa. Con lo fácil que tenía nuestra alcaldesa referirse a sus bolsos en lugar de rebuscar en el tema de las anchoas para hablar de cohechos y regalos. A la alcaldesa le gusta ir siempre por delante porque el que pega primero, pega dos veces.
De momento, Barberá ha reaccionado en la línea de Camps, que en su momento, y todavía aún, niega haber recibido regalos. Advierte, también, que responderá judicialmente frente a quienes difundan tal imputación. Advertencias que también proclamaron los portavoces del PP regional cuando aparecieron las primeras filtraciones que vinculaban a Camps con la trama de Correa, y que el tiempo dejó en el olvido.
El problema de toda esto no son los trajes, ni los bolsos, ni las pulseras, ni las juergas, sino que una trama delictiva se consolidara mediante regalos tan personales que es preciso conocer o aventurar las debilidades de los obsequiados y que la aceptación de tales atenciones resultara normal procediendo de los de casa, de los que tanto ayudaban en el partido. El problema de la trama es su transversalidad.
De momento, Barberá ha reaccionado en la línea de Camps, que en su momento, y todavía aún, niega haber recibido regalos. Advierte, también, que responderá judicialmente frente a quienes difundan tal imputación. Advertencias que también proclamaron los portavoces del PP regional cuando aparecieron las primeras filtraciones que vinculaban a Camps con la trama de Correa, y que el tiempo dejó en el olvido.
El problema de toda esto no son los trajes, ni los bolsos, ni las pulseras, ni las juergas, sino que una trama delictiva se consolidara mediante regalos tan personales que es preciso conocer o aventurar las debilidades de los obsequiados y que la aceptación de tales atenciones resultara normal procediendo de los de casa, de los que tanto ayudaban en el partido. El problema de la trama es su transversalidad.
