La emisión por TVE de la recreación del 23-F ha sido todo un acierto. Han sorprendido los niveles de audiencia en un tema que se creía manido y pleno de consistencia política. Tal atención da que pensar en torno al interés por la política y por nuestra reciente historia. Los hechos relatados aún conocidos nos han permitido reconsiderar aquella época y comprobar cuán frágil fue el proceso democrático, cuyo desenlace hoy disfrutamos. El miniserial aporta también un reconocimiento a quienes protagonizaron desde la lealtad constitucional y democrática aquella larga jornada, y nos evoca a personajes que hemos dejado en el olvido.
El programa televisado, dada su extensión, aborda aquellos sucesos desde la perspectiva de la Casa Real y, en menor medida, desde el despacho del que fuera Director de la Seguridad del Estado. No sé si hubiera sido también interesante prolongar el relato con los detalles de la conspiración, con las vivencias de los diputados y el gobierno secuestrados en el Congreso y otras situaciones del momento. Visto el interés no hubiera estado de más.
Conscientes o no, aquellas personas que obraron en favor de la democracia han de ser tributarios de nuestro homenaje salvando los débiles vínculos políticos que les han condenado al olvido. Nombres como los del Teniente General Gutiérrez Mellado o los destacados en el programa televisado como Francisco Laina y el propio Sabino Fernández Campo, resultaron imprescindibles para consolidar el régimen democrático. Otros personajes, medios de comunicación, etc. también merecen ser destacados pero su dimensión hace más difícil su olvido. Nuestra democracia será más grande si los tenemos en cuenta.
El programa televisado, dada su extensión, aborda aquellos sucesos desde la perspectiva de la Casa Real y, en menor medida, desde el despacho del que fuera Director de la Seguridad del Estado. No sé si hubiera sido también interesante prolongar el relato con los detalles de la conspiración, con las vivencias de los diputados y el gobierno secuestrados en el Congreso y otras situaciones del momento. Visto el interés no hubiera estado de más.
Conscientes o no, aquellas personas que obraron en favor de la democracia han de ser tributarios de nuestro homenaje salvando los débiles vínculos políticos que les han condenado al olvido. Nombres como los del Teniente General Gutiérrez Mellado o los destacados en el programa televisado como Francisco Laina y el propio Sabino Fernández Campo, resultaron imprescindibles para consolidar el régimen democrático. Otros personajes, medios de comunicación, etc. también merecen ser destacados pero su dimensión hace más difícil su olvido. Nuestra democracia será más grande si los tenemos en cuenta.
Publicado en el Diario ABC el 16 de Febrero de 2009